​

 

Una experiencia con una manada de caballos sueltos en un corral, en donde el paciente observa los movimientos de los caballos que actúan como catalizadores de emociones, leyendo su lenguaje corporal y  manifestándolo en la pista. A partir de ahí, con la guía de un facilitador se inicia  un proceso de identificación, conciencia y reacción ante una situación personal, logrando un trabajo vivencial de acción y cambio.

​

​